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De lo natural a lo citadino

 

La vivencia marca la percepción del paisaje, y ésta cambia continuamente en función de la naturaleza: la estación, la hora, el clima, la meteorología; pero sobre todo, en función del observador: su posición, la dirección de su mirada, la velocidad de su movimiento y lo que es más importante, sus intereses, vivencias, recuerdos y estado anímico (Cano, 2007, p. 50). El siglo XIX trajo consigo la producción industrial y supuso la transformación antropológica del paisaje (Bodei, 2011). De modo que en las exigencias de la humanidad se desarrollaba un interés económico que dependía de la apropiación del territorio y poco a poco la transformación de la naturaleza por la mano del hombre se hizo más evidente; sorprende comprobar que el cambio se ve en el siglo XX y se mantiene en la actualidad. Lo que importa observar es que esta metamorfosis da pie a que el creador desarrolle facultades estéticas para dar cuenta de esta realidad palpable. Estas digresiones invitan a pensar que la diversidad del paisaje y el posicionamiento de la figura del hombre en el paisaje, supone en gran medida una variación del grado del sentimiento ante el paisaje que depende de la posición social o del enfoque cartográfico de cada individuo en particular. El paisaje, decíamos, surge en la medida en que una sucesión de manifestaciones naturales extendida sobre la corteza terrestre es compendiada en un tipo peculiar de unidad, una unidad distinta de la que abarca el campo visual del sabio que piensa causalmente, de la del adorador de la naturaleza que siente religiosamente, de la del campesino o del estratega que están orientadas Ideológicamente. El portador más importante de esta unidad es, en efecto, aquello que se denomina el «sentimiento» del paisaje. (Simmel, 1986, p.176) Finalmente, es oportuno mencionar que esta obra pretende cuestionar las determinaciones que abordan el papel selectivo de la mirada. El creador se preocupa por encontrar dentro del paisaje elementos narrativos que involucren al espectador en un estado de conmoción. La captura del paisaje por parte del artista por ejemplo en el dibujo no delimita sino que expande la percepción; en esta medida, la imaginación, la libertad y el conocimiento del mundo posibilitan la aparición de una experiencia estética dentro de una escena cotidiana o natural. Se establece una relación entre la mirada y la posición del creador con la del espectador que en su mapa recorre el paisaje. Un nuevo camino de reflexión indica que se debe considerar la idea de re conceptualizar el contacto con la naturaleza ya que sus variaciones no se alejan de una condición humana, que nos recuerda que los límites del espacio para existir están abiertos. 

 

Las Cosas de Nóah

 

"Primero tendré que escribir una historia ¿o no? fue lo que se preguntó Nóah cuando en un acto apresurado derramó el café sobre la mesita de noche en donde reposaba su diario, el líquido café se filtraba en cada hoja ensuciando sin ninguna piedad aquellas letras que le había costado tanto escribir, allí estaba Nóah, pensando en aquel suceso desafortunado, contando los minutos que retrasarían su placentera vida; ahora tenía que reconstruir su historia, debía empezar desde cero. A pesar de todas las distracciones que acongojaban a Nóah la noche del incidente, pensó que mañana todo sería diferente, sería más audaz, más rápido, sería lo que hasta ese día no había logrado ser. El martes sería otro día. Le serviría para mantener su mente en el lugar donde reposaban sus recuerdos, sin embargo, para poder pensar en el mañana sabía que de esa noche no pasaría por alto el hecho de pensar qué clase de persona era; ¿Acaso los demás lo veían como una imagen distorsionada, un ente absurdo o una persona rara por no poner las cosas en su lugar? En su timidez el inseguro Nóah hacía una introspección y se cuestionaba razonablemente acerca de si él era el único al que le importaba realizar el descubrimiento de dónde empezó todo, o si acaso lo rodeaban observadores que sin ensuciarse ni involucrarse demasiado, querían fisgonear la historia de su vida y probablemente serían fieles a él y se incluirían en esta narración tanto como usted o como yo. En lo más profundo de su alma él sabía que era la oportunidad de rehacer todas las situaciones incómodas para hacerlas parecer eventos afortunados y fortuitos. Pero a su vez corría el riesgo de cometer los mismos errores si la historia era tan lineal como lo fue alguna vez; así que después de un buen descanso en posición fetal, y de un sueño en donde un buey lo perseguía despiadadamente, decidió despabilarse".

 

 

 

El proyecto las cosas de Nóah, es un acercamiento subjetivo a la vida. Nóah aparece como aquél personaje que busca develar su identidad y sus recuerdos, por medio de una catarsis emocional, qué finaliza en un conjunto de artefactos. Inicio con una historia literaria, la cual aborda intermitentemente la vida de un personaje (Nóah), el cual, en un descuidado acto deja derramar una taza de café y ensucia su diario perdiendo todos sus recuerdos; después de esté inesperado incidente no le queda otra salida que reconstruir sú vida y empezar desde cero, es así como eventualmente emergen circunstancias relacionadas con sus cosas, amigos, familiares y desconocidos qué oxigenan, transcurren y permanecen, en su  existencia; dibujando una parte de él, este viaje transcendental, culmina cuando Nóah entiende que lo único que seguirá siendo fiel a el será su personalidad, y posiblemente los testigos silenciosos, sus cosas. Al lado de ello un perro de cartón, una canción, una frase de afecto se convierten en la excusa perfecta, para dimensionar elementos que encajan y pertenecen a la vida de Nóah; la búsqueda de aquellas sensaciones desparecidas, en algún tiempo, generan un cuestionamiento hacia conceptos como el recuerdo y el instante que se complementan con la necesidad entrañable de guardar objetos significativos y de una búsqueda constante de lo que fuimos para entender lo que somos. La cotidianidad aparece  como la repetición de lo común dentro de la extrañeza llena de casualidades y acciones instintivas, que detonan esta creación utópica.

 

Diarios de dos

"Un mismo cielo"

"Sábado   3:00 am.

Querida:

 

Estás letras no alcanzarán para explicarte lo mucho que me haces falta; la mantequilla que untábamos en el pan cada mañana no sabe igual a cuando la degustábamos juntos y las cerezas que comíamos durante el día aquí son  acidas e imposibles; en la noche siempre que oigo sonar el teléfono  de algún vecino creo que eres tú quien llama para contarme tus conversaciones con la almohada, como solías hacerlo,  en la mañana  el despertador ya no quiere sonar porque se da cuenta que no tengo muchos motivos para levantarme de la cama…El televisor es solo una distracción absurda  que más bien de acercarme me aleja del mundo,  es un artefacto que solo emite ruido en el cuarto vacio que es  ajeno a mí;  hay tanto espacio que he tratado de adecuarlo, he cambiando todo de posición y  he añadido cosas, cuadros, espejos, tapetes, almohadas, lámparas, sillas y hasta fotos tuyas, al final lo deje con lo elemental, como estaba cuando me lo entregaron,  aun así, con pocas o con muchas cosas se siente vacio, es un espacio que me alberga más no me acoge, siento una ausencia presente  al no ver tu suéter favorito sobre una silla;  para mí solo es un espacio blanco que espera a que alguien entre. La idea de que estás junto a mí recorre mí cabeza aunque no puedo negar que los actos matutinos, y mi nueva vida hagan sentirme culpable porque en ocasiones tenga colapsos en el tiempo, en mi tiempo… He tratado, querida, he tratado, de tener en mi mente  la idea de nosotros, tu imagen en mi cabeza, pero creo que son difusos los recuerdos de todas las explosiones de amor, todo el suspenso, todas tus palabras… Lo que siempre recuerdo  es la  primera vez que te vi, creí que  te conocía de hace veinte años atrás,  eras lo único que me importaba, veía todo a nuestro alrededor moverse aceleradamente mientras tu permanecías en aquella cafetería hablabas apasionadamente de quien eras,   te sentí  sincera,  real… Ahora pienso  que la distancia es  real,  autentica,  tengo miedo y no quiero que sea  lo único verdadero en este momento; la lejanía hace que estés y no estés, que seas una luz intermitente, aunque estoy seguro de que volveremos a estar juntos  odio que en este instante seas transparente…  

Con Amor 

Tu novio.

 

 

 

Esta obra nace de una experiencia personal en donde hago una introspección de lo que ha sido la ausencia y la distancia para mí; me doy cuenta de la importancia de las palabras y los lenguajes emocionales a los que estamos acostumbrados; por ende esta distancia genera unos rompimientos ha estos lenguajes que nos llevan a un estado de añoranza en donde el tiempo juega un papel de mediador.Una imagen simultánea en tres sitios diferentes se convierte en la excusa para dar cuenta de un sentimiento compartido, simulando un espacio íntimo en donde la mente es capaz de reposar y de concentrarse para activar sus recuerdos y sus deseos. La imagen de un cielo es un retenedor instantáneo al mismo tiempo que une el pensamiento de tres personas en el mismo instante mientras retienen en su mente una imagen limpia y depurada que los lleva a pensar en querer transportarse.Es así como con mi obra pretendo generar un cuestionamiento hacia el concepto de distancia y como un espacio íntimo nos ayuda a recuperar esa noción  de añoranza, recordándonos que cosas como una carta o una imagen nos acerca a esa persona, que por algún motivo no está a nuestro lado físicamente pero si mentalmente.

 

 

 

 

                      

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